¿Cuántas veces nos hemos dejado las llaves? ¿Qué cantidad de ocasiones hemos pensado que los llaveros no hacen otra cosa más que abultar? Todas estas preguntas podrían dejar de existir en un tiempo, puesto que el mercado global de cerraduras inteligentes ha crecido de forma interesante últimamente. No llega únicamente a sectores corporativos, sino que está llegando paulatinamente a la vida diaria de los usuarios del mercado de consumo.
Este mercado, según estudios, tendrá una tasa anual de crecimiento del 18,3% entre los años 2016 y 2024. América del Norte es el principal mercado de este tipo de cerraduras, con una participación que asciende al 33,6%.
En San Francisco (California), se utiliza mucho el sistema August en diversos departamentos y casas ofrecidas a través de las web de internet. De esta manera, quien alquila no ha de permanecer en el lugar, únicamente envía la invitación a través del móvil. El invitado o invitada en cuestión llega, abre la puerta con el móvil a través de bluetooth y listo. El principal beneficio es que los anfitriones son capaces de crear diferentes códigos de acceso temporales de forma remota.
Quienes poseen una de estas cerraduras en Argentina, explican que el sistema es bastante sencillo. Se alimenta con 4 pilas AA, que le aportan autonomía si se produce un corte de luz. Al reconocer la huella, se activa un mini electro imán y posibilita la apertura con el picaporte. Sin dicha huella, el picaporte gira sin abrir. Únicamente se cambia la pila una vez al año y siempre funciona, a excepción de que el dedo esté mojado o lleno de suciedad.
Sin duda, la era de la robótica ha llegado, nunca mejor dicho, a nuestros hogares. Gracias a este sistema revolucionario podemos cambiar la forma de abrir nuestras casas y de forma cómoda y sin pérdidas de llaves, asegurándonos de que la llave está en nuestras manos.